Experiencias con choferes tengo muchas. He aquí otra más, pero mientras escribía pensaba que este blog es muy negativo; escribo puros sucesos malos que me pasan, así que ahora escribiré cosas más positivas :D
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Diez pesos |
Hace mucho tiempo atrás, serán más de 4 años, utilizaba la tarjeta nacional del estudiante, pase para transportarme en micro por la ciudad y pagando solamente la tercera parte de la tarifa adulta. Obviamente, en ese entonces estudiaba en la universidad y por ello tenía pleno derecho a usarlo. Un día fui a clases y, de vuelta, pasé al Mall a hacer algunas compras. Estaba esperando una micro de vuelta a casa cuando, de pronto, aparece al fondo de la autopista una micro de la línea 42, Mini buses Hualpencillo. "Esta me sirve, espero que no venga tan llena", pensé.
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Una micro de la mencionada línea
Actualización 28.12.2011: Debido a malinterpretaciones, dejo bien en claro que la foto de acá arriba es referencial, y no es ni la micro ni el chofer aludidos en este artículo.
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Sin embargo, no era cualquier micro. Justo me tocó una micro cuyo chofer es un gruñón por donde se le mire. Son de esas personas que trabajan sólo para mantenerse a ellos mismos y a sus familias y no disfrutan su trabajo. Deberían aprender de mí que disfruto mucho de mi trabajo cuando algunos clientes me insultan o me faltan el respeto con sus insolencias e incluso recibo algunos golpes con muletas paso las cosas por la caja y me tratan amablemente, ganándome mis pesitos. Ya, pero volviendo a la historia, la cosa es que este chofer no tiene buena fama. De hecho, cuando trabajaba como cartero, entregaba las cartas en las oficinas de la línea de micros anteriormente mencionada. Justo iba a poner un reclamo contra aquel chofer, y en esas oficinas me dijeron: "Ah, pero si ya tenemos muchos reclamos en contra de él... es un verdadero animalito al volante" shuuu que lo quieren en la empresa... quizás que cosas hablan de mí a mis espaldas en la pega... ups!
En ese entonces, para cuando abordé la susodicha micro, el pasaje escolar costaba $140. Contaba con $150, por lo que debía recibir los $10 de vuelto (no se olviden de ese detalle, porque en torno a eso gira mi historia). Al subir, le entrego mis $150, mostrándole el pase. La cara que me puso me hizo intuir que ese viaje no iba a ser muy placentero. Se suscitó el siguiente diálogo:
Chofer: - al recibir los $150 - Ya ya, pasa para atrás rapidito...
Yo: ¿Qué se cree este tipo? ¿Cómo que pasa para atrás? Deme mi vuelto por favor.
Chofer: ¿Y qué tanto alegai por $10, si esos $10 no son nada? Mah encima pagai menos...
Yo: No sé yo, pero yo no me moveré de aquí hasta que me pase mi vuelto como corresponde.
Furioso, el chofer saca del fondo de su gaveta dos monedas de $5 y me las entrega con tanta fuerza que una de las monedas casi me quedó marcada en mi mano. "Ya, ¿feliz? Ahora muévete" me respondió.
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Exija su boleto |
A esas alturas, la fila que había para ingresar a la micro era de proporciones. En eso, veo pegado en el bus un letrero que decía lo siguiente: "Señor pasajero: por favor exija su boleto por el valor cancelado". Luego de leerlo pensé: "Ah, no. Este señor no me va a joder", y le dije:
Yo: ¿Y mi boleto?
Chofer: ¿Y más encima querí un boleto?
Yo: Yo no tengo por qué decirle a usted cómo debe hacer su trabajo. Sabe muy bien que debe entregarme un boleto por el pasaje cancelado.
Amablemente el chofer agarra el rollo completo de boletos escolares y me lo tira al cuerpo. Siendo sincero, tuve muchas ganas de darle un buen "tate quieto" para que aprendiera a ser más respetuoso. Sin embargo, me tranquilicé y le dije: "No no, sólo necesito un boleto. Muchas gracias". Y luego de sacar mi boleto, me senté. Mientras viajaba hacia mi casa, el chofer no paraba de mirarme por el espejo retrovisor. Al llegar a mi paradero, me bajé por la puerta trasera, casi cayéndome de la micro porque el muy gentil chofer partió sin esperar a que me bajara.
Quedé muy molesto, sin embargo, al llegar a casa se me pasó al tiro al ver a mi gatito, en ese entonces Jerónimo, y me puse a jugar con él un rato. Lo que no sabía, es que una semana después, se iba a dar vuelta la tortilla qué tienen que ver las tortillas con las micros... no digo yo...
Inmediatamente una semana después, curiosamente a la misma hora, estaba esperando nuevamente micro en el Mall para devolverme a casa ahhh!! Ahora entiendo, lo de las tortillas era un dicho... burp! me demoré un montón en entenderlo XD. Y, grande fue mi sorpresa al ver la misma micro llegando al paradero. Lo distinto en esta ocasión es que tenía los $140 justo, en una moneda de $100 y cuatro de $10. En millonésimas de segundo qué rapidez para pensar se me ocurrió hacer algo muy chistoso, pero que tenía sus riesgos, considerando que el chofer no era de los más simpáticos.
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$140 pesos |
Procedí a subirme a la micro y, sin decir nada pasé rápidamente sólo $130, $10 menos que el pasaje que correspondía, y me fui a sentar. No pasaron ni qué te digo... ni 0.00000000001 segundos cuando el chofer grita: "Qué te creí $%$@#¬&\%@ (hemos omitido las palabras ofensivas para no causar malestar entre los lectores) que me tai robando". Me devolví y le dije: "¿Te acuerdas de mí?". Su rostro se desfiguró, seguramente porque recordó que hacía una semana había subido y bajado a un estudiante porque exigía su vuelto... y ahora... ¡Plop! Aquel estudiante había vuelto y lo había encarado...
No atinó a decir nada. Yo le dije: "Pero, ¿qué son $10 pesos señor chofer, si no valen nada?, así que como usted no me quería dar mi vuelto, yo tampoco le daré los $10 que faltan, permiso", y me fui a sentar. Mientras viajaba, para variar, me miraba por el espejo retrovisor. Al llegar a mi paradero, toqué el timbre, pero no se detuvo. Me gritó: "Ven a bajarte aquí adelante".
En ese momento me asusté: me las había dado de choro y ahora... Ups! Fui por lana, y parece que iba a salir trasquilado... ¿otro dicho? ¿como el de las tortillas? ayyy no entiendo :( Llegué adelante, esperando que me subiera y bajara con groserías, pero mi sorpresa fue mayúscula al escuchar decir de él: "¿Sabes? Tienes razón. Diez pesos son diez pesos, y no debí de haberte tratado mal por exigir algo totalmente válido. Ruego que me disculpe". Yo, aun impactado, le respondí: "No se preocupe, de todas formas, aquí tiene sus $10 que le debía". El chofer me dio el boleto, un apretón de manos, y me bajé.
Aun cuando ya no reacciono de esa forma cuando no me dan vuelto o por otras cosas, siempre recuerdo con cierto grado de risa lo sucedido hace más de cuatro años. Y ahora con el chofer no hay problemas: me subo a la micro, pago mi pasaje, me da mi boleto y... ¡a disfrutar del viaje!
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Anda a pagar un pasaje escolar con este billete porque te sacan la mugre XD |